miércoles, 14 de enero de 2015

CUANDO LA ARRUGA NO ES BELLA

Cada día aparecen en los medios nuevos rostros de famosas descerrajados por los bisturís, embotados por el botox a propulsión o con desdibujadas facciones como réplicas de un molde terrorífico.
¿No tienen estas mujeres un hijo, una amiga, una madre, un marido o un amante que evite que comentan semejante monstruosidad? ¿ Se verán mejoradas así como las anoréxicas se ven gordas aunque su cuerpo sea ya un amasijo de huesos?
No llego a entender el fin de hacer desaparecer unas cuantas arrugas o marcas de expresión a cambio de una piel tan tersa que parece va a reventar en brillos e inexpresividad. ¿Que se quitan? ¿Un puñadito de años para obtener un rostro alterado, sin gestos, yo diría que hasta triste, como replicantes de la peor pesadilla de una novela de ciencia ficción?
Nicole Kidman, Jessica Lange, Reneé Zellweger y ahora...Catherine Zeta Jones.
Me causa lástima , indignación a la par que un sentimiento de piedad, que unas mujeres decidan acabar consigo mismas, no se si por convicción o por presión mediática, y me imagino su sufrimiento interno, su desesperación ante el espejo, el proceso de comedura de coco, hasta que toman la decisón final. Y luego, el encuentro con un rostro que no les pertenece, con unos rasgos que modifican su voluntad, porque con ellos, ya no pueden expresar sorpresa, ni felicidad, tampoco malestar, solo una inmovilidad y una careta de células agarrotadas. ¿Se sentirán a gusto? ¿Llorarán ante las bromas que las redes sociales se encargarán de difundir sobre su nueva imagen, crueles y amargas? ¿Pensarán recuperar papeles de jóvenes y sexies mujeres cuando la cámara no puede aguantar un primer plano de sus caras?
¿Por qué los hombres pueden mutar a calvos o canosos y continuar siendo atractivos? ¿Es una convención social la que nos hace valorar distintamente la madurez de hombres y mujeres?
Me da igual que Hollywood no ofrezca interpretaciones para las mujeres cuarentonas, ni que en la televisión, salvo casos contados, todo sean largas melenas y lozanos looks de veinteañeras. Nosotras tenemos que luchar para que no sea así. Nadie lo hará en nuestro lugar. Y no lo digo ya por aquellas que viven de su imagen, de la que con estas operaciones tengo claro no volverán a vivir. Tenemos que valorarnos así como somos y estamos. Encontrar la belleza en nuestras arrugas, que existe, o yo al menos la veo, mucho más que en estas pieles de cartón. Estar orgullosas de cada surco que nos recorre porque habla de experiencia, de frustraciones, de sorpresas, de hijos, de amarguras...Que nos ha costado conseguir y sacar adelante. ¿Por qué disfrazarnos de juventud superficial? La ilusión, los sueños, el optimismo y la fuerza que llevamos dentro es la que nos hace jóvenes. Las ganas de seguir aprendiendo, de experimentar cosas nuevas, de viajar, de crear...Este es el elixir de la juventud.
De nada sirve remozarse por fuera, si por dentro nos estamos pudriendo de aburrimiento y desidia. Eso, al final, acaba aflorando en el rostro. Y es por eso, que estas mujeres yo creo que lo que se quieren operar es el alma, pero no pueden.
Me daría mucha pereza volver a mis veinte. Tendría menos kilos, menos canas, una melena más brillante y unos ojos sin patas de gallo. Pero de verdad, me quedo con todo lo que he vivido. Y con lo que esa vida ha forjado en mi rostro y en mi cuerpo. Las arruguitas de los ojos por tantas risas compartidas y lágrimas derramadas. Los pechos caídos por haber amamantado a mi hija. La tripita por haber disfrutado del placer de la comida. Los labios menos carnosos por tantos besos dados. Y no digo yo que haya que descuidarse. Pero no perder el norte y quedarse siempre en lo superfluo. Preocuparse tanto por el envoltorio y olvidarse de hacer cirugía en el interior. Extirpar lo que nos hace infelices y tratar de alimentar nuestra alma y enriquecer nuestro espíritu.
Porque nadie es perfecto. Y ni siquiera la cirugía, ni los milagros estéticos podrán logralo.

1 comentario:

  1. Me encanta primilla. Me he tomado l liberta de ponerlo como enlace en mi blog . Extirpemos de la mente y seamos felices.Amén.

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