miércoles, 15 de octubre de 2014

LA HOGUERA DE LA DEGENERACIÓN

Que estamos degenerando es un hecho evidente. Y si no, basta con echar un vistazo a las noticias del corazón para comprobar que esto no es lo que era. Hay "overbooking" de personajillos horteras y de medio pelo, sin oficio, que no beneficio, conocido. Estamos invadidos por la familia Rivera-Pantoja y, lo que es peor, por los adosados. La madre del hijo del exnovio de Isabelita, la exnovia del novio de la exnovia de Paquirrín, la amargura de la exmujer del exnovio de la Pantoja....¿Dónde están esos "Holas!" de mi niñez mostrando a una espléndida Princesa Carolina en sus vacaciones de Saint Tropez? ¿Qué fue de las fiestas de Marbella organizadas por Gunilla? ¿De la colección de zapatos de Imelda Marcos? ¿De los posados de Farah Diba y su esposo Reza en los exóticos Palacios de la entonces Persia? ¡Ah! Ahora sólo nos queda la telebasura, que cada vez es menos tele y más basura, tanto que para introducirnos en ella hay que taparse la nariz. ¿Será por eso que hay tantas ratas, a veces llamados periodistas, husmeando entre los despojos?
Claro que en el mundo de la finanzas la cosa no ha ido a mejor. ¿Qué fue de aquellos banqueros que nos desplumaban sin que se les moviera un rizo de la gomina? Muchos de ellos, también han degenerado con los tiempos, y ahora se pasan el día en las cadenas intentando arreglar el mundo que ellos desbarataron. Y es que, hay que ser elegante, hasta en los desfalcos. ¿Qué es eso de que los consejeros de Caja Madrid se fundieran en gastos nocturnos 340.000 eurazos? Su entrega a la causa y a la representación era tal, que ni pegaban ojo. Ahora, se enfrentan a una doble culpa, por un lado justificar ante el juez la necesidad de esos desembolsos y, por otro lado, explicarle a sus señoras Loewes y Pradas, sus sacrificios noctámbulos en clubs, hoteles y locales de puterío para sacar adelante  la Caja. Y creedme, casi me quedo con lo primero.
Y es que donde rasques, brota la "merde". Tampoco los ministros de ahora son como los de antes. Ana Mato ha conseguido lo imposible: superar declaraciones ministeriales que las nuevas generaciones se toman como chistes. Nada tiene que envidiar su afirmación en rueda de prensa, que se supone  convocaba para aclarar las dudas sobre materia tan delicada como el ébola, en la que expresaba sin pudor que se había  enterado por los medios del estado de salud de la enfermera contagiada, con los hilillos de plastilina de Rajoy durante la crisis del Prestige, o "el bichito tan pequeño que si se cae de la mesa se mata" de Sancho Rof , Ministro de Sanidad en la primavera de 1981, cuando empezaron a ingresar miles de personas con una rara enfermedad pulmonar que no mejoraba con el tratamiento  antibiótico y que luego resultó ser consecuencia del consumo de aceite de colza desnaturalizado.
Y puestos a degenerar, no tenéis más que observar en qué va a acabar la consulta para la Independencia de Cataluña. De una votación como es debido, con sus urnas, sus papeletas, sus listas de votantes, su anuncio institucional, a una suerte de elección de delegado de curso en primaria o presidente de la comunidad ...¡la que se avecina!
Por no hablar del futuro que nos aguarda. Nuestros padres, orgullosos de habernos dado unos estudios que no tuvieron y una mejora en nuestra escala social , van a pasar a descubrir a sus nietos como carne de cañón de la crisis o protagonistas de "Españoles por Mundo" ante la falta de expectativas de nuestro panorama nacional.
Pero ya se sabe. Nunca las cosas están tan mal que no se puedan poner peor.
 Porque nadie es perfecto.

1 comentario:

  1. Que no se pongan peor , por favor por favor!! todos son capaces de hacer el rídículo y perder la dignidad por el p...dinero . y además dejar el país bajo mínimos en todos los sentidos.

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