viernes, 7 de noviembre de 2014

PREGUNTAS RETÓRICAS SOBRE LA VIDA COTIDIANA QUE ME CORROEN

¿Por qué todos los envases donde pone "abrefácil" son justamente los más complicados de abrir, tanto que a veces ressulta necesario la utilización de una motosierra y, ni por esas?

¿Por qué a todos los restaurantes y aeropuertos les ha dado por instalar en sus baños grifos automáticos de diseño que te vacilan? Que si subo las manos, que si las bajo y...ahí no brota ni una gota. Eso sí, tú con las manos llenas de jabón, sin más recurso que quedarte con ellas olorosamente pringosas. Y el complejo de torpe, también adherido a ti.

¿Por qué siempre los últimos carmelos de la caja de Smint o las pastillas de sacarina se niegan a salir, y tienes que convertirte en una suerte de prestigitador-malabarista para lograrlo?




¿Por qué al intentar abrir las anillas de plástico del precinto de algunas marcas de aceite, aunque lo hagas con determinación y maña, te quedas con la anilla en el dedo y la botella sin abrir a un tris de seccionarte el miembro?


¿Por qué más pronto que tarde el plástico protector de la ranura de las toallitas húmedas acaba por desprenderse y se quedan más secas que la mojama?












¿Por qué resulta imposible abrir una bolsita de Ketchup como se indica, y tras intentos de hacerlo con los dientes sólo tiendes a empeorarlo, y cuando lo consigues, normalmente en una fiesta de cumpleaños infantil, con una fila de enanos impacientes , todo está estudiado para que te salpique de lleno en la ropa?
¿Por qué los brick de Leche Pascual están  hasta arriba de leche y científicamente estudiados para que al echarla en un vaso se produzca un tsunami?

¿Por qué con los pegamentos ultrarápidos lo único que se te pega instantaneamente es la maldita gotita
sobrante que te deja la yema del dedo como una lija del siete y sin huella para un par de semanas?

¿Por qué las bolsitas de plástico de los auteservicios de frutería están diseñadas para que al introducir la última fruta se rompan y se te caigan todas las piezas al suelo? Y dependiendo de la expectación provocada, o bien te las llevas con la mella del golpe, o las cambias disimuladamente por otras.

¿Por qué los secadores de manos te achicharran cual tormento de San Lorenzo o casi te succionan los brazos como si hubiera puesto en marcha un tornado? Eso, si consigues que funcionen, porque a veces son el complemento ideal a los grifos automáticos y tras situar las manos en todas las distancias posibles, sólo te queda el recurso de orearlas en el camino de vuelta.

¿Por qué los camareros tienen esa manía de dejar una gotita chorreante en las tazas de café que alcanza el plato y que, al llevarte la taza a la boca, caerá irremediablemente sobre tu ropa, para adornarte con un topito, o topazo,  de color durante el resto del día?
¿Por qué cada vez son peores los envases de papel de harina, sal, azúcar o arroz, y tienden a romperse por la mitad justo en el momento en que tú estás con las manos en la masa y has decidido añadir una cucharadita más?
¿Por qué antes de que consigas quitar el precinto de seguridad de un Cd ya se habrá pasado el disco de moda?

¿Por qué no te advierten en los envases de fregasuelos concentrado de que como añadas más de una gota la espuma rebosará por el cubo y ni siquiera la escena de "El Guateque" de Peter Sellers lavando a un elefante podrá igualar la experiencia?

¿Por qué el cortador de los envases de rollos de plástico o de aluminio es tan ineficaz para seccionar el plástico y tan potente para seccionarte la yema de los dedos?
¿Por qué cuando coges el bote de miel te quedas pegado al instante como si el panal estuviera por fuera?¿No podrían utilizar para la fabricación de los recipientes un material repele-pringues?

¿Por qué muchos fabricantes de bolsitas de té, no cosen bien el hilito  a la bolsa, de manera que cuando vas a sacarla de la taza te quedas con él en la mano y, o bien metes los dedazos para extraer la endemoniada bolsita, con la consiguiente quemadura, o te dedicas hacer malabarismos con la cuchara , si eres más fina, para lograrlo, consiguiendo además el efecto de la gotita chorreante que describí en párrafos anteriores?
¿Por qué las bonitas fotos de los envases de congelados se parecen tanto a lo que ocultan en su interior como un original a su caricatura o parecen haber sido reducidos por un jíbaro?
¿Por qué cuando compras fruta envasada, por fuera parece fresca y lozana , como recién llegada del huerto, y cuando la sacas en casa, por detrás parece recogida de la tumba de Tutankamon?

¿Por qué en los frascos de cristal dice "Girar hasta escuchar un "Click"? ¿Se refiere al típico sonido de tu muñeca al quebrarse tras el encomiable esfuerzo?

Y encima nos sentimos torpes e ingenuos.
Pero de lo que se trata es de una confabulación para minar nuestra autoestima. Y de paso, timarnos.
Y es que ya se sabe: Nadie es perfecto.

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