¡Espabilaos! en el PP. Vuestros votantes, que siempre han acudido como una piña a daros los votos sin pensar a quién ceden su voz, comienzan a ser algo más críticos y ya no se conforman con una Ana Botella ( a quien sólo un 2.9% de vuestro electorado les gusta como alcaldesa) ni con un Cañete que va metiendo la pata allá por donde pisa. Los abuelos con demencia y el voto metido previamente en el sobre por su familia , que sacáis a pasear los domingos electorales ( y esto lo he visto yo con mis propios ojitos cuando me tocó estar en la mesa electoral), se os están extinguiendo y o convencéis con medidas que entusiasmen y movilicen a las nuevas generaciones, esas que no mezclan la política con la religión, que están a favor del aborto y de la igualdad entre hombres y mujeres aunque su pensamiento sea economica y políticamente conservador liberal, o ya habéis tocado techo.
¡Espabilaos! en el PSOE. Porque los votantes de izquierda son críticos y su fidelidad tiene grietas, aquellas fruto de vuestras traiciones a la defensa de los valores sociales y los socavones que habéis provocado en el espíritu de solidaridad apoyando a los banqueros y empresarios mientras los trabajadores y las familias se quedaban sin crédito y sin empleo. Más preocupados por agarraos a las sillas y vuestras luchas domésticas que por la realidad del país. Susana Díaz es la única que ha salido airosa del envite europeo, quizá esto debería haceros reflexionar.
¡Espabilaos! en Izquierda Unida. Habéis vivido de las rentas, sumando votos de la fuga de los descontentos del PSOE, oliendo a naftalina con pensamientos anclados en décadas pasadas, sin renovar vuestro ideario ni adaptarlo a las nuevas necesidades y repitiendo como loros un catecismo que suena a transnochado sin convicción, ni ilusión, y por tanto, incapaz de movilizar a las nuevas generaciones.
¡Espabilaos! en CiU. Habéis jugado oportunistamente la carta de la Independencia, pero el pueblo ha apostado por el original, ERC, dejándose de copias. Se os ha visto el farol.
¡Espabilaos! en UPyD. Habéis vivido una época dorada a costa de la desilusión del centro derecha y del centro izquierda, pero nuevas agrupaciones han surgido ocupando el espacio de la indecisión y os han movido la silla, como Ciudadanos.
Y creo que han sido nuestros hijos, sí, esos que hablan tres idiomas , que tienen carrera y varios másters, a los que tenemos desperdigados por el mundo buscando el trabajo que aquí se les niega, o que todavía están aquí, haciendo de becarios por un sueldo miserable con suerte, si no sentados en el salón de casa mandando currículums a diestro y siniestro...O aquellos que sin tan alta preparación se encuentran en idéntica situación, y también muchos otros, aquellos con algunos años más que aunque vapuleados por la vida política aún no han perdido la esperanza ni la confianza en el cambio, quienes han logrado que lo que parecía una espejismo, tanto que ni Izquierda Unida daba un duro por el proyecto, se convierte en realidad. Y aquí están PODEMOS. Por el rostro perplejo de su dirigente en la noche electoral, Pablo Iglesias, ni siquiera ellos mismos parecían creerse su espectacular entrada en la vida política. Confío en que den mucho que hablar en los próximos meses y lo que ha sido una apresurada configuración y un marketing de boca a boca, se estructure con coherencia y solidez y podamos conocer su programa sin las zancadillas ni censuras que las campañas de los grandes ahogan con su griterío. La vida democrática se regenera y revitaliza con su presencia y con todos los pequeños partidos que han irrumpido con savia fresca en el campo electoral.
Ya era hora de dejarnos de "espabilaos" y comenzar a espabilarse.
Porque la democracia no es perfecta, pero sí perfectible.
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